La atmósfera contaminada de miedo, de ese miedo a saber que te consume los sesos. El mismo que te vuelve ignorante, propenso al desastre. El que te envuelve en un perfecto manto de silencio, un pacto terco de poco sustento lleno de "por las dudas", excusas baratas y berretas que no te dejan ser. Ese miedo que te limita, que te obliga a medir con cuentagotas hasta donde dar y nunca nada por demás, que te hace cuidar lo que decís para no espantar, para no asustar, para que el cuento dure un ratito más.
Algo me obliga a crecer..¿sabes qué es? cosas de chicos. En mi casa ya no se puede jugar a la escondida sin salir herido porque hasta los fantasmas se dejan ver. Piedra Libre hace tiempo dejó de ser sinónimo de "Victoria". Acá, el que dice "Piedra Libre" pierde una vida y después anda juntando pedacitos de historia que le hagan cosquillas hasta dónde no las tiene. Por eso "Pido", "Pido" es lo que digo cada vez que te veo. A veces fantasamal. A veces real, a veces en mi cielo, otras veces en mi infierno. Ya no vale saltar la soga en la casa del ahorcado porque siempre a alguno le termina faltando el aire, jugar a la mancha invisible se tornó aburrido y el quemado (del amor) tiene cicatrices que arden en la piel.