.Pasamos más tiempo HABLANDO de amor que HACIÉNDOLO.

Yo te miraba en espiral porque te amaba pero quería salir corriendo, mis dedos no sabían ya pronunciar una caricia sin que surgiera un nuevo temor desde las yemas. Incapaz de mirar a las decepciones a la cara, volvía de lleno a tu centro, a derramarme, a licuarme, a llenarte de blanco la oscuridad, a dejarte pringada la soledad...mi forma de hacer el amor un deporte de riesgo.

Sigo buscando en los v e r s o s eso que todos sabemos sentir pero que A Ú N no hemos sido capaces de explicar.

martes, 16 de agosto de 2016

Del latín 're-cordis'

¿qué sabes de mi para mirarme así? 
qué sabes de lo que pienso, lo que vivo, lo que como, lo que digo, lo que callo, lo que escucho, lo que leo, lo que lloro, lo que río, lo que escribo,
qué sabes de mis colores, libros, canciones y silencios,
qué sabes de mis batallas, a quien amé, a quién odié, quién me lastimó y cuánto dolió,
qué sabes de cómo llego a mi casa, por qué las manos frías, la piel seca, lo que llora mi cuerpo, los nudos de mi espalda que hacen moños de buenos recuerdos de tu paso por acá,
qué sabes de lo que hablan mis manos, cómo llegan a ser éstas las que hoy quieren tocarte,
qué sabes de mis karmas, de las marcas que llevo en la piel, de las huellas que hoy son identidad,
qué sabes de mi risa cómplice como buscándote entre los sin rostro cuando alguién pregunta por vos,
qué sabes de mis ganas de ponerle dueño a mis noches, de darle nombre a mis sábanas, de verte de refilón aunque sea una vez al día ¿qué sabes?,
qué sabes de mis miserias, cuál es mi norte y lo que escondo bajo la alfombra,
qué sabes de a quién le escribo, a quién maldigo, a quién deseo y a quién espero,
qué sabes de invadir mis pensamientos, cambiarlos de lugar, de forma, enroscarte en ellos y comerte unos a otros hasta tirarme desnuda al suelo.
qué sabes de invadir mi tiempo, mi ropa, mi espacio, mis horas de trabajo,
qué sabes de mis dolores encerrados, mis tormentas a sol abierto, mis amaneceres a la intemperie pidiendo tregua a la constelación de turno,
qué sabes de mi sonrisa hueca, mis piernas largas y la luna sorda de abrazar mi grito defensivo,
qué sabes de cómo duele cuando me hablás pronunciando palabras que ya escuché,
qué sabes de dejar el orgullo a un costado, de mi sensación de que por momentos todo da igual, cuando la transformación es sólo un suspiro de auxilio,
qué sabes de no poner precio, de quedarte mudo observando(te), descifrando(te), entregando(te) mis palabras que no se las lleva ningún puto viento
qué sabes de mi entrega para darte lujos sobre mi, de mi espera desesperada,
qué sabes de lo que defiendo, mi amor, de lo que me sale de las entrañas, de lo que salpican mis ojos,
qué sabés de mi cabeza en tu vientre alarmando colapsar de emoción,
qué sabes de lo que transpira mi cuerpo, de mi lengua en llamas haciendo acrobacia en tu boca,
qué sabes de tener tu nombre entre los dientes.

¿qué sabés de mi para mirarme así?


domingo, 7 de agosto de 2016

otro jueves cobarde

qué nervios si te cruzo
cuando todavia tengo la almohada marcada en la cara
los ojos achinados porque los párpados me pesan
y el andar lento de un cuerpo que a esa hora de la mañana todavia no coordino

qué nervios si te veo llegar,
mientras intento ubicarme en tiempo y espacio,
mientras comienza a hacerme efecto la cafeina,
mientras pienso que esto es cualquiera.

qué nervios sostenerte la mirada
sin desviarme a contarte los lunares
(todos y cada uno de tus lunares)
que me preguntes no sé qué,
contestarte no sé cuánto,
y terminar en no sé dónde.
(y seguir contándote lunares)

qué bronca si te escondes
entre letras que no se pueden descifrar
palabras que no se pueden pronunciar
dialógos dificiles de sostener..,
tu forma de hacer de la profesión
un arma de seducción

que nervios
si volves a mirarme de esa manera
cuándo cruzo esa puerta,
con las ideas aturdidas
y la cabeza desordenada.