sábado, 23 de noviembre de 2013
no tan distintos
dejaba caer las palabras tan livianamente
como yo soltaba besos en espiral
antesala
si el amor siempre duele
¿qué sería entonces esto
que no dolía?
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Yo te miraba en espiral porque te amaba pero quería salir corriendo, mis dedos no sabían ya pronunciar una caricia sin que surgiera un nuevo temor desde las yemas. Incapaz de mirar a las decepciones a la cara, volvía de lleno a tu centro, a derramarme, a licuarme, a llenarte de blanco la oscuridad, a dejarte pringada la soledad...mi forma de hacer el amor un deporte de riesgo.
Sigo buscando en los v e r s o s eso que todos sabemos sentir pero que A Ú N no hemos sido capaces de explicar.
Tengo ganas de romper los aparatos del silencio, los circuitos del temor y los micrófonos del miedo. Tengo ganas de que todos hablen claro y sin tabúes. Tengo ganas en el alma, tengo amor y tengo tiempo y no tengo nada, nada pero nada que perder.
Cuesta levantarse a veces y saber que nada fue en vano, el silencio es cómplice y la angustia al dolor. De los días vuelven cosas y las cosas cambian fácil, una vez no ves y otra vez crees ver todo al revés. A veces hay que mentir a veces hay que decir la verdad y otras veces hay que callar, y seguir como muelas que se rompen, como dientes que se asfixian y seguir y seguir y seguir. A veces hay que matar a veces hay que saber perdonar y otras veces hay que olvidar y REÍR. Como el miedo de la noche como el miedo en la mañana y seguir y seguir y seguir.. YA LO SABEMOS, TODOS TENEMOS UN POCO DE MIEDO...
Te ofrezco mi mirada no es mucho pero tampoco es nada,te ofrezco las razones que tengo de escribir estas canciones que son el argumento de lo que ahora siento al decir. Te ofrezco sin mal ni medidas mi mareo, mi calma, mi risa, mi ocaso, mi manera de curar las heridas, mi pasión, mi razón…es que estás en mi corazón por eso vengo a ofrecerte lo que vivo lo que ando , lo que ves, lo que soy, agarrá fuerte mi mano que también te la doy. Te ofrezco la historieta en la que cuento todas mis aventuras. Te ofrezco mis locuras y las que quedan por dibujar. Te ofrezco mi cabeza con las ideas desde que nací, incluso mi memoria para que siempre recuerdes así lo que te ofrezco.