jueves, 26 de diciembre de 2019
Yo no quiero ser princesa.
Recuerdo aquella salida que hicimos,
se estaba por hacer medianoche,
y te pedí que volvamos a casa.
vos, con los ojos chinos
y la sonrisa en ebullición
me preguntaste,
en un tono armónico y hermoso
si me estaba por convertir en calabaza
para estar listo en caso de tener que
salir corriendo atrás mio.
la verdad es que nunca fui princesa,
las princesas no juegan al mortal kombat,
las princesas no toman vino
no miran fútbol
no usan zapatillas
no tienen tatuajes
y no le pifian al amor.
lejos de ser princesa
y vos príncipe,
deberías haberme avisado
justo antes de que pase por última vez.
hay resacas de amor que sólo se curan
con el mismo veneno que las genera.
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