Qué sabes de mis dolores encerrados, mis tormentas a sol abierto. Qué sabes de mis colores, libros, canciones y silencios...por qué la piel fría o la cara seca, cómo llegan mis manos a ser éstas que quieren tocarte hoy, los nudos de mi cuello que hacen moños de buenos recuerdos. Qué sabes de mis pensamientos? sus formas y sus modos de comerse unos a otros hasta tirarme desnuda al suelo. Qué sabes de mi persiana baja y la luna sorda de abrazar mi grito defensivo. Qué sabes de como llego a mi casa, lo que escucho, lo que llora mi cuerpo. Qué sabes de cada uno de esos amaneceres con bautismos rotos de cruces encarnadas por no mirar a un costado sin ser ciega. Que sabes de mi sensación que por momentos todo da igual, cuando la transformación es solo un suspiro de auxilio. Qué sabes de lo que defiendo mi amor, si las sensaciones, erradas o acertadas, pero siempre humanas, son lo únicas que tengo…Qué sabes de no poner precio? de quedarte mudo, observando, entregando tus palabras que no se las lleva ningún viento y una lengua en llamas alarmando colapsar de emoción…Qué sabes de mi entrega para darte lujos sobre mi. Qué sabes de mi para darle nombre a mis sábanas..
. He intentado no ser neurótica ni romántica ni destructiva sino, quizá, todas y cada una de esas cosas disfrazadas.
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