martes, 5 de abril de 2011
con R de amor, ternura y lindura (*)
Un no-nuevo sentimiento existencial correspondido a un ser de procedencia no humana me invade. Si bien extrañar en singular tiene su peso cuándo no se puede apaciguar el monstruo que te hace cosquillas en la panza, extrañar en plural me coloca en la etapa del amor muy amoroso que me hace colapsar. Y todo deja de ser racional, en mí un estado de inmunidad cerebral, para ser completamente emocional. Lo cierto es que la extraño por demás de los límites de lo esperable. Eso.
(*)
son palabras que ella sabe llevar muy bien.
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Extrañar es algo duro, volver a ver a ese alguien que extrañamos no siempre es cercano y a veces el reencuentro no dura mucho tiempo!
ResponderEliminarQue andes bien