La parte de mi cerebro que piensa estas cosas está tan oxidada que es casi inservible pero cuándo se hace presente, un escalofrío me recorre la espalda. A veces me pregunto si no habré sido atrapada en medio de una tormenta cósmica o algo así porque en esos instantes en los que estoy sin estarlo, me siento totalmente encantada de ser empujada hacia el vacío.
miércoles, 19 de septiembre de 2012
Anoche apareciste en mis sueños
Me había metido entre sus brazos como si fuera mi
lugar en el mundo. Allí dónde quería estar. Su calor hacía que la cabeza me
diera vueltas y que el corazón, arrebatado, me saltara de un lado a otro dentro
del pecho. Sus labios rozaron los míos, colmados de invierno y lastimados, como
una seda cicatrizante que me hizo cosquillas. Mentalmente me desequilibré y
todo mi ser se enamoró del gusto de su saliva. Sus manos inquietas sobre mis
costillas iban moviéndose de a poco, recorriéndome el cuello hasta llegar a la
cara. Sentí como si me hubiera quemado la piel. Nuestros roces ardían. Me miró. Con los ojos más tiernos que sabía tener me
miró y sonrío de modo tal que por un instante creí que podía desplomarme de
rodillas. Mi cuerpo cobraba vida ante su tacto, se erizaba mi piel y se abrían mis poros. Imposible resultaba que mi lengua le dijera que frenara. A pequeños
besos iba desvistiéndome de cuerpo y alma, haciendo temblar los bordes de mi
conciencia. Ya nada podía hacer para detenerlo. De haberlo hecho hubiese sido una acción suicida.
La parte de mi cerebro que piensa estas cosas está tan oxidada que es casi inservible pero cuándo se hace presente, un escalofrío me recorre la espalda. A veces me pregunto si no habré sido atrapada en medio de una tormenta cósmica o algo así porque en esos instantes en los que estoy sin estarlo, me siento totalmente encantada de ser empujada hacia el vacío.
La parte de mi cerebro que piensa estas cosas está tan oxidada que es casi inservible pero cuándo se hace presente, un escalofrío me recorre la espalda. A veces me pregunto si no habré sido atrapada en medio de una tormenta cósmica o algo así porque en esos instantes en los que estoy sin estarlo, me siento totalmente encantada de ser empujada hacia el vacío.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Sognare è bello, e come dice il vecchio proverbio...a volte i sogni diventano realtà!! buona giornata...ciao
ResponderEliminarUn abbraccio...ciao
ResponderEliminarBuscando otra cosa termine en tu blog. Me encanto todo lo que leí. Es genial! lo comparto
ResponderEliminarSaludos
aaww, gracias anónimo! (:
ResponderEliminar