domingo, 7 de agosto de 2016
otro jueves cobarde
qué nervios si te cruzo
cuando todavia tengo la almohada marcada en la cara
los ojos achinados porque los párpados me pesan
y el andar lento de un cuerpo que a esa hora de la mañana todavia no coordino
qué nervios si te veo llegar,
mientras intento ubicarme en tiempo y espacio,
mientras comienza a hacerme efecto la cafeina,
mientras pienso que esto es cualquiera.
qué nervios sostenerte la mirada
sin desviarme a contarte los lunares
(todos y cada uno de tus lunares)
que me preguntes no sé qué,
contestarte no sé cuánto,
y terminar en no sé dónde.
(y seguir contándote lunares)
qué bronca si te escondes
entre letras que no se pueden descifrar
palabras que no se pueden pronunciar
dialógos dificiles de sostener..,
tu forma de hacer de la profesión
un arma de seducción
que nervios
si volves a mirarme de esa manera
cuándo cruzo esa puerta,
con las ideas aturdidas
y la cabeza desordenada.
cuando todavia tengo la almohada marcada en la cara
los ojos achinados porque los párpados me pesan
y el andar lento de un cuerpo que a esa hora de la mañana todavia no coordino
qué nervios si te veo llegar,
mientras intento ubicarme en tiempo y espacio,
mientras comienza a hacerme efecto la cafeina,
mientras pienso que esto es cualquiera.
qué nervios sostenerte la mirada
sin desviarme a contarte los lunares
(todos y cada uno de tus lunares)
que me preguntes no sé qué,
contestarte no sé cuánto,
y terminar en no sé dónde.
(y seguir contándote lunares)
qué bronca si te escondes
entre letras que no se pueden descifrar
palabras que no se pueden pronunciar
dialógos dificiles de sostener..,
tu forma de hacer de la profesión
un arma de seducción
que nervios
si volves a mirarme de esa manera
cuándo cruzo esa puerta,
con las ideas aturdidas
y la cabeza desordenada.
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