.Pasamos más tiempo HABLANDO de amor que HACIÉNDOLO.

Yo te miraba en espiral porque te amaba pero quería salir corriendo, mis dedos no sabían ya pronunciar una caricia sin que surgiera un nuevo temor desde las yemas. Incapaz de mirar a las decepciones a la cara, volvía de lleno a tu centro, a derramarme, a licuarme, a llenarte de blanco la oscuridad, a dejarte pringada la soledad...mi forma de hacer el amor un deporte de riesgo.

Sigo buscando en los v e r s o s eso que todos sabemos sentir pero que A Ú N no hemos sido capaces de explicar.

martes, 4 de mayo de 2010

- ¡Por favor..,domestícame! -susurró.
- Bien lo quisiera, pero no tengo mucho tiempo
- ¡Domestícame!
- ¿Qué hay que hacer ?
- Hay que ser muy paciente. Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente volvió.
- Hubiese sido mejor regresar a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me sentiré inquieto y agitado; ¡descubriré el precio de la felicidad ! Pero si vienes en cualquier momento, nuncasa bréaquéhoraprepararmicorazón..




Y cuando llegó el momento de la despedida
- Voy a llorar
- Es tu culpa. No deseaba hacerte el mal,
pero tú quisiste que (él) te domesticara



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