viernes, 6 de marzo de 2020
Otro jueves cobarde
Te perdono por todo
por venir y haberte ido
por las noches amanecida en tus (a)brazos
por los besos arrebatados que me hicieron temblar
por tus notas al despertar
por dejarme la casa revuelta
tu perfume en la ropa
tu olor en mi piel
la cama deshecha
el alma encantada
te perdono por todas esas botellas
de vino que dejaste y no abrimos
te perdono las ojeras por haber tenido que ir
a trabajar sin dormir
te perdono los miedos,
que alguna vez,
también fueron los míos
te perdono la ternura con la que hablas
y el tono que usas para hacer de una tragedia
un acto de supervivencia heroica
te perdono las caricias
que me erizaron la piel
los ojos chinos cuando algo te hace reír
y hasta la forma en que me miras
te perdono la sonrisa,
doblada de felicidad,
llena de libertad,
esa que admiras cuando me decís que le
escapé al mandato social,
esa misma que te digo que es una elección
y no una imposición.
te perdono que me hayas proyectado
en un futuro que no existe,
pero anhelas
te perdono que no elijas otros modos,
a otros mundos -mi mundo-
el "aquí y ahora" que tanto deseas
pero miras de reojo,
eso,
eso también te perdono.
te perdono todo
lo único que no te perdono
es éste abrazo cagón
que no te llevaste.
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