miércoles, 14 de abril de 2010
Sonreía sin sorpresa, convencido como yo de que un encuentro casual
era lo menos casual en nuestras vidas.
Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos
Y como no sabías disimular me di cuenta enseguida de que para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los ojos. Era(s) la torpeza y la confusión.
me preguntaba
si este rodeo tenia sentido..,
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario