martes, 12 de junio de 2012
La mano también sirve para soltar
Caer en la
cuenta de que hay manos que tenés que soltar
porque no
te arrastran a ninguna puta orilla,
porque te
ahogan en la podredumbre del mar
dónde hay
ausencia de flores y caracoles,
dónde todo
es ruina y oscuridad.
En cambio,
cuando el amor (luz) está ahí y lo ves
y lo podes
tocar, sentir, oler, mirar, abrazar y besar
no hay
colores más radiantes que se puedan contemplar
ni calma más
grande que se pueda tener
ni lugar más
alto al que se pueda llegar.
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